La ventana de aluminio es una opción ideal por su durabilidad y bajo mantenimiento. Gracias a sus acabados lacados, no atrae suciedad y las averías son prácticamente inexistentes.

El proceso de anodizado asegura una excelente adherencia de la pintura y protege la perfilería contra la corrosión, lo que garantiza una mayor durabilidad sin deterioros ni deformaciones.

Estas ventanas son perfectas para resistir condiciones climáticas extremas, como la humedad, la radiación solar y cualquier incidencia meteorológica. Además, el aluminio no es inflamable, y en caso de incendio, no libera sustancias perjudiciales para la salud.

El aluminio es un material ecológico que respeta el medio ambiente. Su producción requiere un bajo consumo energético, no es tóxico y es completamente reciclable, lo que lo convierte en una opción sostenible y responsable.